¿He escuchado la voz de la divinidad? Si, en todo mi ser, y siento que al fin mis ojos se abrieron. Somos la creación Divina. Y lo que Dios crea, es para todos, no para algunos.
Me siento parte de la creación divina, y así lo entiendo y así desarrollo mi vida, basándome en el respeto, en el cuidado del otro, en el amor hacia el prójimo, que es cuidarme a mí misma. Mi tarea en la tierra no es la de Metatrón, pero entiendo su existencia, infinita, suave, creadora, cuidadora, siempre velando por nosotros, su parte humana le permite entendernos, nos entiende. Y al ser una réplica de nuestro señor, él es omnipresente, está en todas partes y en todos lados.
De esta manera es, que Dios se crea, y recrea a sí mismo, y es energía y también es cuerpo, y es el todo y a la vez la nada, es el día y es la noche, es cielo y el sol, y las nubes. Es la vida misma en movimiento, y en funcionamiento
¿Y nosotros? Pues creados a su imagen y semejanza, jamás seremos otra cosa, por tanto, y lo más importante, cada uno de nosotros poseemos el ADN de la divinidad, es así que la información que envía nos llega, para poder seguir. No es una simple conexión la que tenemos con la divinidad, somos parte de ella, vibramos con ella.
Y al pensar nuestro tiempo en la tierra, sabemos que no todos somos llamados a dejar la vida que llevamos, para cumplir con los pedidos directos de él. O sí, pues nos pide que seamos humanos, solo humanos y con ello estaremos cumpliendo con nuestro fin en la tierra, nuestra tarea, nuestro cometido.
Ahora me cuestiono y me interpelo pensando: si él está en mí y yo estoy en él. ¿Y si es así, entonces, se cumple estar hecha a su imagen y semejanza, pero también pensar que implica esto?
¿entonces, yo soy capaz de generar milagros, soy un Dios?, ¿capaz de cambiar las cosas que no me gustan de mi vida, ayudar a otro y lograr que su vida sea un poco más liviana? No es un milagro. Pues sí, cada uno de nosotros somos un milagro en sí mismo. Somos el milagro de la vida, y podemos mejorar nuestra propia vida y la de otros, con la palabra, con las acciones, con una sonrisa, con un abrazo, somos hacedores de los milagros propios del hombre
¿Pero además puedo inducir un orden, como la divinidad? ¿Dónde está el límite, dónde está la diferencia?, no soy Dios, pero soy a su imagen y semejanza, es decir llevo en mí, su ADN. O sea, somos parte de un todo, si te lastimo, me lastimo, si te amo, me amo, si te escucho, me escucho, si te abrazo, me abrazo, vivimos bajo la consigna del libre albedrío. ¿Entonces qué somos los humanos en la tierra, ángeles sin alas, nada más y nada menos?
Pues sí y tenemos la libertad de ser como queramos, de seguir o no nuestros instintos y respetar nuestra divinidad. Y como toda libertad (como el libre albedrío) conlleva mucha responsabilidad, por ello cuando estoy frente a ti, en realidad estoy frente a mí, te respeto y me respeto, te cuido y me cuido. Y ese es el orden que podemos llevar adelante, generar nuestro propio orden divino.
Por sentido común entonces, si estoy frente a ti, estoy frente a mí misma, y a mi divinidad y nuestro fin como ser seres humanos, nuestra meta, nuestra tarea es ser: humanos, lo más humanos posibles, nuestra tarea es doble, crearnos y recrearnos como hombres y mujeres y pensar en cómo dejamos el mundo para los que vienen, por esto nuestra tarea es continua y permanente, NO PODEMOS DEJAR DE SER HUMANOS NUNCA, Y DEBEMOS SERLO
Si entendiéramos esto y lo aplicáramos todos los días de nuestras vidas, la vida del hombre sería mucho más libre, viviría con menos culpa y haría mejores cosas para el prójimo, pero como dije existe el libre albedrío, somos libres de construir una buena vida como de hacerla pedazos
Para ello tenemos a
y la copia o la disociación de la divinidad misma. Su tarea es vigilar, cuidar, ordenar, mandar e imponer castigos, y realizar todo lo que la divinidad disponga.
De todas formas, si venimos de la divinidad y todos tenemos nuestra divinidad interna, si castigamos o nos castigamos, también se lo hacemos a DIOS, entonces debemos tener conciencia de que nuestras acciones tienen consecuencias inesperadas porque nos pueden sorprender y a la vez esperadas, porque mientras lo que hagamos sea para el mal de otros, nos lo hacemos a nosotros mismos y a DIOS. Destruimos la unión, rompemos lazos y con ellos nos alejamos no solo de la divinidad, si no de nosotros mismos.
Cada uno es libre de elegir el camino que quiere seguir y como crear y recrear su vida en ese camino, hará la diferencia….
(Basado en un extracto musical sobre el trabajo del arcángel Metatrón)
¿Qué me emotiva?
¿Qué me mueve?
¿Qué me conmueve?
¿Cómo me mueve?
¿Cómo me conmueve?
Quien es el representante de Dios, tiene una tarea muy noble, pues lo representa, trabaja como si, pero no es, sin olvidar que es un hombre no un arcángel o ángel, que dios eligió para dicha representación, no vivió nunca su propia vida… se entregó totalmente a la tarea asignada y más
Nunca cuestionó, nunca dudó, nunca dijo ni un pero. Sabe su tarea, la conoce, la aprendió, la entendió para luego proceder según los designios de la divinidad
Que no tiene que decírselos, los sabe, los entiende, los pone en práctica y los sabe sin que se lo digan porque los lleva en su ADN y así como llega lo entiende y procede
Pero además él mismo es y no es Dios, pero cuando actúa como DIOS, sabe bien que tiene que hacer.
Maravilloso compromiso, maravillosa forma de estar en el mundo, conociendo su misión de principio a fin.
Lo que más me atrae, es la falta de cuestionamiento No hay un por que? No hay un por qué yo?
No hay una explicación, solo procedimiento como en una fórmula física o matemática.
Es así y no será, ni debe ser, de otra manera. No tengo que pensar en como o que hacer, lo sé, y listo, ese es mi proceder, y sale bien, pues termina y comienza BIEN.
Es tan difícil para mi mente humana, pensar en nunca decir no. No cuestionar, no ver otro lado de lo que se presente, porque aquí no existen las emociones, la paz es continua y tranquilidad, nada saca al alma de su sintonía y así las acciones siempre de las diferentes situaciones, siempre son actos que llegan a su destino
Actos claros y llanos somo sumar 1+1 siempre va a dar 2, al derecho y al revés y así se procede, nunca se duda, siempre hacia delante.
En el medio de mi vida estoy acá y me pregunto, ¿cómo sigo?
Hay una voz que me escucha y me dice. Seguí como hasta ahora, estás en el camino.
Pero yo no sé, cómo seguir con lo que sé. Solo sé, lo que quiero ser. Y Quiero ser libre, sentir en cada parte de mi cuerpo, libertad.
Libertad que me da amor. Amor, ese sentimiento que me mueve y me conmueve.
Ese sentimiento que da vida a mi cuerpo, a mi ser, a mi psiquis, a mis emociones, a mi espiritualidad.
Soy completa, me siento completa, no me falta nada. Mi ser, mi vida. Mi recorrido. Ha tenido de todo, como desde el nacer, hasta que me muera, así lo siento.
Bueno, así son los diferentes momentos se mi vida. Un ciclo de nacer vivir un proceso y morir. Unas veces más dolorosas, otras menos. A veces lo entiendo más, a veces no entiendo nada y me pregunto ¿por qué, por qué a mí? ¿Por qué yo? Ciertas verdades se me escapan de las manos. Como agua escurriendo entre mis dedos. A veces esas verdades son tan crudas que golpean mi ser, mi cara, mi vientre, mi espalda, mis piernas, mi corazón. Y se nota como mi cuerpo envejece. Le duele. Hasta resultarle insoportable.
A veces esas verdades son tan hirientes que siento que no puedo aguantar, y que me asfixian. Me estrujan, me aprietan, me rompen y golpean mi corazón dejándolo en una danza sin fin.
Mi cuerpo se estremece entre tanto dolor. Y brotan las lágrimas más poderosas, las más parecidas al mar oceánico, tan cristalinas, tan fuertemente saladas que hace preguntarme, ¿de dónde venimos, qué seres somos?
Y mi corazón sufre y parece morir con tanto dolor, parece quebrarse con tanto golpe parece desintegrarse en tanta agresión y agravio.
Y sí, se desmorona, se pulveriza. Pero este cuerpo, mi cuerpo hecho a semejanza de la Divinidad, de alguna manera se recompone. Pasa un tiempo y vuelve a la vida. A sus diarios quehaceres y palpita.
¿Y yo me pregunto, cómo lo lograré? Pero razono, tengo su ADN, por lo tanto, no tengo que dudar que voy a poder salir adelante y no tendría que cuestionar, porque todo está en el orden divino adecuado y el correcto. Luisa solo vive y sigue tu intuición porque ahí está tu ADN, en tu intuición y tu gran corazón.
MI CAMINO ESTÁ MARCADO, NO PUEDO NI DEBO HUIR DE ÉL, MI CAMINO ES UN
SENDERO QUE SE ILUMINA, CON UNA INTENSA LUZ QUE DEBO SEGUIR, NO PUEDO
PERDERME, ME HA COSTADO MUCHO ENCONTRAR MI CAMINO, AÚN HOY ME CUESTA
VERLO CLARAMENTE, PERO ACÁ ESTOY, SIGO INTENTÁNDOLO.
INTENTANDO NO PERDERME, PISO CON CUIDADO DANDO PISADAS FIRMES, DEBO
RECORDAR UNA Y OTRA VEZ TENER CUIDADO, PUES CUANDO ME PIERDO, CUANDO
ME SALGO DEL MI CAMINO, CUANDO SUCEDE, ME PIERDO EN UNA SUMA DE PENSAMIENTOS,
ESTÉRILES Y DAÑINOS, DEJO DE SABER QUIÉN SOY, SI SOY MADRE, ESPOSA, TRABAJADORA,
ESCRITORA, PERO ADEMÁS, SI ME DESVÍO DE MI CAMINO Y ME PIERDO, NO SOLO
ME DESVÍO, NO SOLO ES UNA DISTRACCIÓN, NO SUCEDE UN MOMENTO INOCENTE,
ME PIERDO DE MI DESTINO. ¿Y CUÁL ES MI DESTINO? MI DESTINO ES EL QUE ME DIO LA
DIVINIDAD ANTES DE NACER, SER LO MÁS HUMANA POSIBLE, NO PERDER MI HUMANIDAD
NUNCA Y VIVIR MI VIDA PLENAMENTE Y DEBO DARME CUENTA QUE PIERDO UN TIEMPO
PRECIOSO CON ESAS HISTORIAS ANTIGUAS Y ESTÉRILES, DE UN TIEMPO EN QUE NO TENIA
AUTOESTIMA, NO SABÍA QUE IBA A HACER CON MI VIDA, NO SABÍA COMO ENCARAR MI
JUVENTUD. Y PERDIDA, MI CAMINO SE VUELVE OSCURO QUEDANDO DENTRO DE
UNA NIEBLA DE INVIERNO ESPESA Y FRÍA.
MI CAMINO, MI DESTINO,
MIS PIES DESCALZOS PISAN INSEGUROS, PERO SABEN QUE VOY A ENCONTRAR EL CAMINO A
CIEGAS, SI ME GUÍA LA DIVINIDAD, Y TAMBIÉN SÉ, QUE EL CAMINO SERÁ LO QUE TENGA QUE
SER
… DE REPENTE PISO UNA GRAN ESPINA QUE ME ATRAVIESA Y DUELE HASTA LAS ENTRAÑAS,
RECORDÁNDOME QUE SUFRIR ES PARTE DE MI HUMANIDAD, Y QUE ESTAR ATENTA, SER
CUIDADOSA CONMIGO Y LOS DEMÁS, NO ES UN JUEGO, EN ELLO SE ME VA LA VIDA, ES UNA
META, UN DEBER, UN HONOR, UN DERECHO…